Decimotercera edición del Festival.
Normalmente se celebran los múltiplos de 5 o de 10. En Russafa Escénica decidimos este año celebrar los trece años como haciéndole una broma a la suerte. Conscientes de la suerte que hemos tenido de poder mantenernos trece años a pesar de las trabas.
La suerte de haber conformado un equipo que resiste en el tiempo, a veces más por el compromiso con aquello positivo que aporta el Festival a la sociedad civil y a la profesión, que por el rendimiento económico.
La suerte de comenzar año tras año proyectos más alentadores que ponen la cultura, la ciudadanía, la participación y la profesión de las artes escénicas en el centro, experimentando y contrastando iniciativas de gestión de la cultura que acaban siendo asumidas incluso por las instituciones públicas como modelos.
La suerte de contar con un público fiel y la de tomar riesgos por encontrar cada año nuevas audiencias. La suerte de contar con colaboradores institucionales,
tradicionalmente fuera del campo de las artes escénicas, que ven en el Festival un compromiso real con la sociedad y la cultura. La suerte de favorecer la entrada en el mundo del trabajo y la creación de profesionales que empiezan, cada año con más recursos, y poder ver con el paso de los años su evolución artística. La suerte de
poder ofrecer un abanico de posibilidades estéticas, de formación y de entretenimiento.
La suerte de poder mantenernos en nuestro barrio y conseguir tener un ancho eco en toda la ciudad. La suerte de hacer barrio y hacer ciudad.
La suerte de poder sostener las embestidas de la mala suerte. Pero por encima de todo, la suerte de no tener miedo a la mala suerte.
Le damos la vuelta al trece.